Todas las lenguas, menos las muertas y las inventadas, cambian. Por eso, podemos decir que es connatural (al español y a cualquier otra lengua viva) el cambio lingüístico. Este puede plasmarse en novedades en la manera de pronunciar, en adquisiciones de palabras nuevas mediante el préstamo desde otras lenguas, o mediante la creación de formas a partir de los recursos que tiene el propio idioma; pero la novedad puede ser no solo de sonidos o de vocabulario, pued