Por aquel entonces Remi significaba menos que nada, apenas una oportunidad para ganar un concurso, así que no entiendo el motivo por el cual mi cerebro decidió almacenar la imagen. Tal vez él fuera capaz de anticipar que la necesitaría tiempo después para compararla con la expresión que puso la última vez que la vi. Esa noche sus comisuras apuntaban al suelo y en esos ojos azules tan solo brillaban las lágrimas.