Yovana Celaya Nández

En esa época se comenzó la construcción del edificio neogótico de la nueva catedral

En 1877, al comenzar el Porfiriato, Michoacán contaba con una población de 618 240 habitantes, y de 991 880 en 1910.

Morelia era la más poblada y le seguían en importancia Zamora, La Piedad, Uruapan, Pátzcuaro, Puruándiro y Zitácuaro

se embanquetaron y empedraron las calles

prefecto de Maravatío construyó un mercado

En Maravatío, los oficiales del distrito se asustaron por los problemas
que podría acarrear la concentración de trabajadores en el tendido de las vías del ferrocarril, y solicitaron hombres y armamento al gobierno del estado para reforzar los cuerpos de seguridad y evitar que se alterara el orden público.

A principios de 1887, varios terratenientes se quejaron de que “los indios” invadían “sus tierras” y de que en algunos casos procedían a destruir las cercas y a incendiar los pastos. Los terratenientes solicitaron la protección de las autoridades y el castigo inmediato de los “revoltosos”.

Muchos comuneros, incluso mujeres y niños, fueron detenidos; quienes escaparon volvieron al pueblo para reorganizarse. Los prisioneros, amarrados con cuerdas, fueron llevados a la cabecera del distrito, iniciándose un largo proceso judicial

relataron la penuria del encarcelamiento, el abatimiento moral y la miseria, mientras que los opresores “continuaron con mayor despotismo el ensanchamiento de las tierras usurpadas”.

Las autoridades de ambos estados pronto se dieron cuenta de que los comuneros se reunían periódicamente con indígenas de Coahuayutla a fin de discutir un plan para recuperar sus tierras.