Olga Tokarczuk

Pero la que me causó mayor impresión fue esta:
El músculo más fuerte del cuerpo humano es la lengua.

Pero hoy sé algo a ciencia cierta: quien busque un orden, que evite la psicología. Más vale que opte por la fisiología o la teología, así tendrá al menos una base sólida, ya sea en la materia o en el espíritu; no tropezará con la psique. La psique es un objeto de estudio muy resbaladizo.

¿Sabes que cumples años el mismo día que nueve millones de personas en todo el mundo?

Zanzíbar e Inglaterra libraron en 1896 la guerra más breve de la historia. Duró tan solo treinta y ocho minutos.

En realidad no existe movimiento alguno. Como la tortuga de la paradoja de Zenón, no nos movemos en dirección alguna, apenas peregrinamos hacia el interior de un momento y no existe un final, ni un objetivo. Lo mismo podría aplicarse al espacio: ya que a todos nos separa la misma distancia del infinito, tampoco existe ningún «en alguna parte»: nadie permanece anclado en un solo día ni en un solo lugar.

No sabía revelar fotografías familiares desde el cuarto oscuro de los pensamientos ajenos, ni explicarlas.

Mi sintomatología se resume en que me atrae todo lo defectuoso, imperfecto, roto.

ntes de la creación lo que busco pacientemente en mis viajes.

sino por un motivo diferente, muy sencillo. Sospecho que todos teníamos alguna tara oculta en nuestro más profundo interior, aunque seguramente aparentábamos ser jóvenes inteligentes y sanos: nuestro defecto estaba enmascarado, hábilmente

que si no fuera por la racionalización, la sublimación, la represión y los demás trucos con que nos obsequiamos a nosotros mismos, si se pudiese mirar al mundo sin protección alguna, valiente y honradamente, se nos partiría el corazón