Aristóteles y la amistad.
—El filósofo griego dividía la amistad en tres categorías —decía—. Por un lado, la amistad útil, la que une a dos personas que quieren algo la una de la otra. Esta es más propia de los adultos. Cuando la utilidad se acaba, lo hace también la amistad. En segundo lugar, está la amistad accidental, basada en el placer. Esta es la vuestra —decía, señalándolos con el dedo—. Buscáis gente con gustos afines con los que pasarlo bien y los convertís en vuestros mejores amigos, pero no hay compromiso entre vosotros y el tiempo es su peor enemigo. Con la madurez, cambian los gustos y se acaba la amistad. Por último —seguía tras el murmullo de protesta—, está la amistad por la virtud, por lo bueno. No se busca sacar provecho, no se busca pasarlo bien, sino que se siente un aprecio sincero por la otra persona. Es la amistad del corazón. Ojalá encontréis a alguien a quien llamar amigo de verdad.