Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) vivió una vida de novela (escritor reconocido, soldado en batallas, personaje en la Corte, enamorado fugaz, padre de un hijo que moriría de niño, sacerdote ordenado y capellán de los reyes de España). Su gloria literaria lo honra como uno de los más grandes dramaturgos, y una muestra de ello la constituyen estas tres breves piezas.