He leído este libro porque recordaba con mucho cariño la película del 95 que veía de niña y me hacía llorar.
Este libro me ha hecho llorar y reír, me ha recordado esas tardes viendo aquella película, y me ha hecho agradecer por la infancia que tuve.
Aún cuando sientes que no puede más, Sarah ha demostrado que si es posible seguir, y ser feliz al final.
Es excelente clásico infantil