si un país posee suficientes recursos naturales se puede permitir prescindir de la actividad económica normal. Toda la sociedad puede vivir de las rentas, esto es, a costa de los rendimientos que produce la riqueza del país. Así sucede en Arabia Saudí o de los estados del Golfo Pérsico, como Kuwait, que disfrutan de enormes ingresos procedentes del petróleo.