Durante los años de la adolescencia, nuestra mente cambia en la forma de recordar, pensar, razonar, centrar la atención, tomar decisiones y relacionarse con los otros. Desde los doce años hasta los veinticuatro, aproximadamente, se da una explosión de crecimiento y maduración como no ha habido otra en nuestra vida. Comprender la naturaleza de estos cambios puede ayudarnos a crear una trayectoria vital más positiva y productiva.