Sabrá cómo “leer” a cada individuo; a “ver” qué lo motiva y cuáles son sus intenciones reales.
A este punto de la lectura usted ya estará listo para interactuar exitosamente con gente difícil. Es muy probable que en el pasado haya pensado que solo hay una o dos formas de lograrlo: cerrando la boca y esperando a que estas personas difíciles dejen de serlo para que las cosas mejoren o logrando que acepten cuán difíciles son.
Lo cierto es que ninguna de esas dos posibilidades contribuye a arreglar el problema. En el caso de cerrar la boca y esperar a que las cosas mejoren… sabemos que no mejorarán. Y si se trata de intentar que vean lo difíciles que son, tampoco lo verán.