Pólvora
Tu piel huele a pólvora, ha estallado tu cuerpo por dentro. Te lo dije, que te iban a meter eso dentro, cerca del pulmón. Que no te dejaras.
Ahora respiras, no sé bien cómo, y de tu piel se desprende un vaho gris, pesado, de plomo. Siento que tu piel podría ahora mismo despegarse, que podríamos arrancarla entre los dos para cambiártela. Si tuvieras fuerzas. Si tuvieras ganas de ayudarme, yo no puedo hacer esto sola, estoy tan cansada, cómo es que no me oyes, no me escuchas.
No es mi piel, no te la puedo arrancar con las uñas. Tendríamos que hacerlo juntos, los dos al tiempo, ¿no te das cuenta?