Aunque es cierto que las fuentes recogen casos de dificultades en la recluta, por ejemplo los de los famosos múreos, esto es, mutilados que se cortaban los pulgares para librarse de ser enrolados, y que la legislación de Valentiniano y Valente (364-378) está llena de durísimos castigos contra los que trataban de evadir su alistamiento, lo cierto es que hay que sopesar que dichos casos se dieron sobre todo en Italia y que en lugares como las Galias, Iliria, Tracia o Asia Menor, esto es, en los verdaderos semilleros de reclutas para el ejército romano del siglo IV, nunca tales problemas se volvieron sistémicos