mi nueva vida sin comer harinas inventé una vez que era alérgica a los mariscos para no tener que comer el arroz de la paella en el matrimonio de unos amigos, dejé de ir a comidas en las que el menú era pizza, inventé que me dolía el estómago, que me había intoxicado, que ya había comido, solo para no probar bocado. Otras veces simplemente dije que de ninguna manera iba a comerme una papa y los anfitriones me felicitaron por el compromiso, la voluntad y me halagaron por los resultados.