Es en momentos así, cerca de ti, cuando envidio a las palabras por hacer lo que nosotros nunca podremos: decirlo todo sobre sí mismas simplemente quedándose quietas, simplemente siendo. Imagino que podría tenderme a tu lado y todo mi cuerpo, todas mis células, irradiarían un significado claro y singular, no tanto el de un escritor como el de una palabra apretada contra el lecho, a tu lado