«Cronista de lo insólito y lo original», como lo calificó el New York Times, Joseph Mitchell nació en 1908 y llegó a Nueva York en 1929, el día después del crac de la Bolsa. Desde 1938 formó parte del staff de The New Yorker, la revista de la que surgieron varios de los mejores periodistas y escritores de Estados Unidos. Mitchell se especializó en el retrato literario, lo que él llamaba «perfiles», de los personajes más diversos de Nueva York: desde estrellas de Broadway a magnates de dudosa reputación, desde domadores de circo a poetas y pintores. Cuando alguien le reprochó una vez que escribía sobre «gente ordinaria», él contestó (y la frase se hizo célebre): «la gente ordinaria es tan importante como usted, quienquiera que usted sea». Además fue un enamorado del puerto de Nueva York, sobre el que dejó páginas memorables, así como en general acerca de la arquitectura de la ciudad. Aunque poco conocido fuera de su país, Joseph Mitchell es considerado uno de los maestros indispensables del estilo periodístico y literario en el que se formaron varias generaciones de escritores americanos. Murió en Manhattan en 1996 a los ochenta y siete años.