No es posible negar, en la confección del mapa actual de la zona, el legado histórico de batallas como la de Chaldiran, que en 1514 determinó los límites demográficos y religiosos del imperio persa Safávida y su contraparte otomana, demarcación que todavía, 500 años después, define el límite entre las modernas Irán, Turquía e Irak y es responsable del porqué y del lugar en el que viven las poblaciones chiítas actuales.