El tiempo no tiene significado sin la muerte. La muerte utiliza el tiempo. Se trata de un proceso acumulativo, de modo que el tiempo se agota cada vez más deprisa. Existe aquí un paralelismo exacto con la inflación, puesto que el dinero compra tiempo, con lo que se tarda cada vez más en comprar cada vez menos. ¿De qué modo los mayas reaccionaron ante este impasse? Pues «antedataron» el tiempo. Por ejemplo: un dólar vale, pongamos, una quinta parte de lo que valía hace cincuenta años. Por tanto, antedatamos el dinero cincuenta años. Luego cien años, y así sucesivamente, retrocediendo en el tiempo. Al final llegamos a un punto en el que no había dinero, de forma que estamos antedatando el concepto de dinero, o el concepto de tiempo.