Quizás, y no estoy demasiado segura, fue mi amor quien lo alejó de mí. Sí, puede haber sucedido así. Él prefirió hacer de una aventura feliz, fácil y abierta algo secreto y terrible. Era un muchacho muy guapo. Cuando salíamos a caminar juntos, la gente decía que formábamos una pareja perfecta. Parecía que el cielo azul, los árboles del parque y los pájaros nos dieran la bienvenida. Decíamos que el firmamento, de día o de noche, tachonado de estrellas, nos pertenecía. Sin embargo, él prefirió el interior de un armario.