Esto, manifiestamente, aparecerá en la narración que me propongo contaros; y al decir manifiestamente, no me refiero al juicio de Dios, sino al que los hombres siguen.
Cuéntase, pues, que habiendo Musciatto Franzesi, de grande y riquísimo mercader en Francia, pasado a ser caballero y debiendo encaminarse a Toscana con el hermano del rey francés, micer Carlo Sintierra (a quien mandó acudir el papa Bonifacio), entendió que estaban sus asuntos, como lo están las más veces los de los comerciantes