Solveig, si en realidad no la conozco ni la he conocido nunca, lo único que tengo son aquellas dos horas en el hospital materno, cuando no era más que un bulto cálido entre mis brazos. Sin embargo, es más fácil pensar en ella que en Valle, puesto que a ella nunca le hice ningún daño, la protegí procurando que nunca tuviera que estar conmigo. Por Solveig hice lo único que podía hacer, aunque Shane nunca pudo perdonármelo.