Quizá la verdadera personalidad de Lorena solo aparezca en la performance, en la ficción; no podemos ser en libertad tras el aprendizaje de los resortes que activan nuestros mecanismos de refuerzo, o tras la experiencia de las múltiples ausencias que acontecen en la vida, y, a partir de aquí, solo nos queda desandarlo todo y reventar todas las estructuras que coartan nuestros pasos futuros a través del teatro o de la locura, porque solo en estos dos contextos la sociedad nos permitirá explorar identidades y sentimientos poco normativos.