Querer es un verbo tan humano, tan de vivos, que no creo haberlo conjugado desde que llegué aquí. ¿Amigos? No tenía tiempo de explicarle que los vivos sustituyen un amor por otro para que no les duela, que la vida es tan corta que nadie debería malgastarla recordando a los que ya no están. Y que, por más que lo intenten, terminan olvidando.