Ana Guelbenzu

Siempre había sido de la opinión de que las personas jamás podrían entretenerme tanto como un buen libro.

—Tal vez me considere un tipo raro, insensible y gruñón, señorita Crumb, pero mi corazón no es de piedra. Soy perfectamente capaz de enamorarme

Y tampoco seré nunca lo bastante educado y encantador como para estar a su altura.

—En este mundo, hay cientos de idiotas que perderían la cabeza por usted

—Lo he empezado y soy incapaz de dejar los libros sin terminarlos

El conocimiento es tan bueno como la libertad.

los caminos de la Todopoderosa son misteriosos.

Una ola de rocío del océano se nota potente, pero solo está ahí un momento, el sol seca los charcos y el agua desaparece. Casi sientes que tal vez nunca ocurrió. Así pasó con nosotras. La única ola que cambia algo es un tsunami.

Vaya. Un chico. Bien. De acuerdo. La maternidad nunca deja de plantear nuevos retos.

Dolor y miedo. Esas cosas acaban con el control.