Los bariones, a su vez, empezaron a formar estructuras, y esas estructuras dieron lugar a las estrellas. Luego las estrellas envejecieron, y algunas murieron con una muerte apoteósica, superépica. Estallaron en forma de supernovas, y por el camino se crearon elementos pesados, como el carbono y el oxígeno: los elementos que se convertirían en los pilares de toda vida en la Tierra.