—¿Qué tipo de pájaro es? —le pregunté. No se parecía a ningún ave que hubiera visto.
—Es un magril, un ave autóctona del País de los Gillikins. Se pasa la mitad de la vida en forma de escarabajo. Cuando alcanza la edad adulta, entra en letargo un año y al despertarse se ha convertido en esta criatura majestuosa.
—Casi como una mariposa.
—Casi como tú —dijo él.