Y a veces pienso que hay cosas que nunca se llegan a entender, que quedan ahí, flotando a nuestro alrededor, dispuestas a atacar en cualquier momento.
Que la pena no se acaba, se aleja solo por unas horas, unos días, después toma por sorpresa, inunda, revuelca, que hay que aprender a vivir con eso.
Un cuerpo apenado, ¿cómo se escribe?