La tendencia en las últimas décadas ha sido la misma en la mayoría de los países occidentales: ha desaparecido el estado de bienestar, el Estado se ha retirado de la esfera de los cuidados y las élites han recurrido al lenguaje del individualismo transfiriendo toda la responsabilidad a los ciudadanos. En el caso del cuidado de los niños pequeños esos «ciudadanos» son, desde luego, las mujeres, y por eso hablo solo de maternidad y no de maternidad y paternidad, por muy bonito que suene esto último.