Era un pueblo borracho de poder y éxito, que consideraba a los demás habitantes de Marte como nosotros las bestias del campo y de la selva. ¿Por qué, pues, no habían de comer carne de los seres inferiores, si ignoraban sus modalidades y sentimientos, así como nosotros desconocemos los pensamientos íntimos y los sentimientos del ganado que sacrificamos para la mesa?