riores cerradas a cal y canto, mazmorras secretas, osarios húmedos, cementerios cubiertos de maleza, pisadas chirriantes al subir la escalera, dedos que tamborileaban en las contraventanas, aullidos, chillidos, gemidos, correteos, cadenas que se arrastran, monjes embozados, jinetes decapitados, brumas arremolinadas, vientos súbitos, espectros incorpóreos, criaturas cubiertas por sábanas, vampiros, sabuesos, murciélagos, ratas, arañas, hombres hallados al amanecer, mujeres que en un abrir y cerrar de ojos encanecieron y se volvieron locas de remate, cadáveres desaparecidos y maldiciones dirigidas a los herederos.