LOM Ediciones

a cincuenta años de la revuelta de mayo, en las calles y aulas de nuestro país emerge otro movimiento que esta vez apunta sus dardos a un objetivo mucho más nítido y específico: la estructura ideológica patriarcal de la sociedad chilena con las consiguientes inequidad de género y violencia contra la mujer, expresadas en el acoso sexual en las aulas de nuestras universidades, la educación sexista, el lenguaje discriminatorio y otras lacras

concluyendo que «a este le pudo suceder el patriarcado solamente cuando el poder religioso tomó el dominio de la sociedad»,

palabras en vía de descomponerse
vuelan en círculos

Hay silencios espesos
(uno sabe que están llenos de palabras
como lo que ha hervido
horas y horas
a fuego lento).

su insatisfacción viene mayormente de no haber podido acceder a los fines más codiciados por la sociedad.

Por lo general aceptamos desear lo que la sociedad nos propone como valioso.

habrían tenido un gran temor del deseo, al que habrían asimilado a una especie de cáncer que se propagaba por todo el organismo social.

una de las mayores violencias sociales viene de este deseo imitativo, porque con frecuencia dos que desean lo mismo buscan destruirse.

desear lo que la sociedad nos ofrece como deseable: dinero, reputación, poder, objetos, condiciones de vida, amores, juventud permanente

Toda la vida humana y los caminos por donde se desarrolla está traspasada por el deseo.