¿Por qué no le salían de la boca, con destino a su madre, sino frases genéricas vacías de sentido, en lugar de cariñosas y tranquilizadoras palabras? La amargura de dejar por primera vez la vieja casa, donde había nacido a las esperanzas, los temores que entraña todo cambio, la emoción de despedirse de su madre, llenaban su ánimo, sí, pero sobre todo eso pesaba una insistente idea, que no conseguía identificar, como un vago presentimiento de cosas fatales, como si estuviera a punto de iniciar un viaje sin retorno.