Soy responsable ante Dios, ante los demás, y ante mí por cada don, talento, recurso y oportunidad que tenga en la vida. Si doy menos de lo que puedo, estoy eludiendo mi responsabilidad. Creo que el entrenador de UCLA, John Wooden hablaba de eso cuando decía: « Has que cada día sea una obra de arte». Si damos lo mejor de nosotros todo el tiempo, podemos hacer de nuestra vida algo especial. Y eso se reflejará en las vidas de los demás.