Cuando una multitud ignorante trata de ver las cosas con sus propios ojos, por su cuenta y riesgo, corre grave peligro de engañarse. Sin embargo, cuando forma su juicio, como acontece comunmente, guiada por las enseñanzas de una gran alma, las conclusiones á que llega son con frecuencia tan profundas y tan exactas, que puede decirse que poseen el carácter de verdades reveladas sobrenaturalmente.