Un estudio realizado con 290 individuos que presentaban depresión mayor, ansiedad, abuso de sustancias o adversidades en la infancia como la pérdida de alguno de los padres, encontró modificaciones genéticas como las observadas en el envejecimiento: el acortamiento de los telómeros se observó en todas esas condiciones psiquiátricas, y también en los sujetos con el antecedente de la adversidad infantil. El estudio demostró que esto no se debía a otras enfermedades físicas o al uso de medicamentos psiquiátricos.