en la Francia medieval, por ejemplo, doce mil hectáreas de bosques fueron taladas en doscientos años, pero en Brasil, durante el auge de la esclavitud para la producción de azúcar a mitad del siglo XVII, esa misma cantidad fue talada en un año; en la misma época, en cuenca del río Vistula, en Polonia, cuando ésta se convirtió en el granero de Países Bajos durante el milagro de su economía, la deforestación ocurrió a una velocidad diez veces mayor que en tiempos medievales, de acuerdo con cifras de Michael Williams en Deforesting the Earth