Cuando lo finalice sentí ese dolor que le
Doblaba el ombligo a Maic… y por muchos momentos pude sentir esa mirada tierna y amorosa que le brindaba a la madre que buscaba padres sin parar y la compasión de ser adulto y cuidar de una madre muy muy muy cansada… el epílogo jamás pudo ser más honesto (eso creo) sin duda será inevitable la
cascada que de la nada inundara las mejillas de quien reviva estas líneas