Una amenaza primordial es el desempleo tecnológico. Muchos trabajos manuales y de nivel administrativo bajo han desaparecido. Otros les seguirán (aunque los trabajos manuales que requieren destreza y adaptación no desaparecerán). La mayoría de la carga, acarreo y transporte de los almacenes la pueden hacer los robots y los vehículos sin conductor eliminarán puestos de trabajo.
Los puestos medios de gestión administrativa también peligran. Muchos profesionales ya utilizan sistemas de IA como asistentes. No falta mucho para que los trabajos (de derecho y contabilidad, por ejemplo) que requieren mucho tiempo de investigación de regulaciones y precedentes pueden ser en gran parte asumidas por la IA. Algunas tareas más exigentes, incluidas muchas de medicina y ciencia, no tardarán en verse afectadas. Los trabajos, aunque no se pierdan, necesitarán menos cualificación y la formación profesional se resentirá: ¿cómo aprenderán los jóvenes a juzgar con sensatez?