El segundo de estos indicios tuvo lugar a finales de la década de 1950, cuando la Máquina de la Teoría Lógica no solo demostró dieciocho de los teoremas lógicos principales de Russell, sino que además halló una prueba más elegante para uno de ellos.6 Fue algo verdaderamente impresionante, porque si bien Samuel no era más que un jugador de damas mediocre, Russell era un lógico de primera fila a nivel mundial.