Guy de Maupassant

Es evidente que la soledad resulta peligrosa para las mentes que piensan demasiado

Existen muchas especies en este mundo, desde la ostra al hombre. ¿Por qué no podría aparecer una más, después de cumplirse el período que separa las sucesivas apariciones de las diversas especies?
¿Por qué no puede aparecer una más? ¿Por qué no pueden surgir también nuevas especies de árboles de flores gigantescas y resplandecientes que perfumen regiones enteras?

El dolor no tardó en convertirse en un rencor que supuró venganza en La duquesa de Langeais, retrato de tintes crueles en que pinta a su adorada como mujer sin corazón

¿De dónde vienen esas misteriosas influencias que trasforman nuestro bienestar en desaliento y nuestra confianza en angustia? Diríase qué el aire, el aire invisible

Tal vez una ráfaga fría al rozarme la piel me ha alterado los nervios y ensombrecido el alma?

Cuando permanecemos solos durante mucho tiempo, poblamos de fantasmas el vacío.

Somos tan indefensos, inermes, ignorantes y pequeños, sobre este trozo de lodo que gira disuelto en una gota de agua.

¿Acaso a veces los perros no muerden y degüellan a sus amos?

esas raíces que lo unen a lo que se piensa y a lo que se come, a las costumbres como a los alimentos, a los modismos regionales, a la forma de hablar de sus habitantes, a los perfumes de la tierra, de las aldeas y del aire mismo

Saludé su paso sin saber por qué, pues sentí placer al contemplarlo.
11 de mayo