Jennifer Niven

Detrás de esas gafas tan feas, es bonita, parece casi una muñeca de porcelana. Ojos grandes, una cara dulce en forma de corazón, una boca que ansía esbozar una sonrisilla perfecta.

Además, hace mucho tiempo que dejé de sentir nada.

—Por mucho que queramos, no podemos librar las batallas de los demás.

Aquí desmonto las cosas y las vuelvo a juntar de maneras nuevas y sorprendentes. Tal y como me gustaría hacer con mi propia persona.

3. A mí mismo. Preferiría no perderme a mí mismo.

3. A mí mismo. Preferiría no perderme a mí mismo.

. Está bien. Esa soy yo. Nada volverá a ir bien jamás, no como antes, pero empiezo a acostumbrarme. Puede que al final, después de todo, consiga llevar una vida normal».

—Pero allí ya has estado. ¿No quieres ver lugares donde no has estado nunca?

Tal vez no los visite nunca nadie, ni los valore, ni dedique el tiempo suficiente a pensar que son importantes, pero es posible que incluso los lugares más pequeños tengan algún significado.

«¿Es hoy un buen día para morir?».