No me siento lo suficientemente fuerte como para enfrentarme sola a mi soledad, a pesar de los consejos individualistas y las recomendaciones que usted pueda darme, en la línea de “quiérete a ti mismo para que te quieran los demás”, porque, ¿sabe qué? No sé si estoy de acuerdo; el afecto no siempre tiene que iniciarse en uno mismo, especialmente si estás demasiado roto como para determinar dónde empezar a buscarlo, sino que también puede darse en red, a través de un grupo de cuidados mutuos que puedan facilitarte el camino hacia el amor propio y la autorrealización personal.