Wow, fue un libro muy bonito y muy tierno que me fue llevando de viaje, a la par de Mary Jo, a mi propia adolescencia. Y aunque mi viaje ha sido más largo y con muchas desviaciones no adecuadas, puedo decir que el desapego, la plenitud, el amor y en entendimiento de la vida siempre llegan. Creo que eso es lo que me inspiró este libro, decirle a mi yo de hace 25 años que de verdad, todo estará bien y que solo hay que ser paciente... Y que esas cartas larguísimas y que nunca enviamos a nuestros novios sin noviazgos son una gran manera de seguirse conociendo, a los 15 y a los 40. Muy muy recomendado, y en mi caso fue una bonita lectura de otoño junto a un genial club de lectura.
Una bella historia de desamor y amor. También, un buen relato de las buenas relaciones entre amigas y con las ancestras (mamá y abuela). Muy recomendable.