Liliana Shulman

aludimos al concepto de “espesor escritural”, introducido por Myrna Solotorevsky. En un exhaustivo análisis de la obra del chileno Roberto Bolaño, la autora denomina “espesor escritural” a la narrativa plena de referentes extratextuales elaborada por el escritor.

Hay gente que

espectador “imita” las emociones del personaje

el segundo caso, el espectador responde “desde la perspectiva de su vida afectiva personal”

Igual que la iluminación, la música tiene el poder de establecer el carácter y el tono de la narrativa sin tener que dar explicaciones.9

las bandas sonoras de Almodóvar, para quien la música es “parte esencial del guion […] una función dramática y narrativa, tan descriptiva como los colores, la luz, los decorados, o los diálogos” (Vernon, 2013: 387

integran en ¿Qué he hecho yo para merecer esto!, La flor de mi secreto y Volver, tres films enlazados por el hilo conductor de uno de los grandes motivos de Almodóvar: el valor terapéutico de la fusión entre la imagen de la madre y el pueblo

tres películas cuyos personajes están marcados por la frustración, la desesperación y la añoranza respectivamente, la presencia de la madre anciana evoca el potencial sanador de la vuelta al pueblo.

Qué he hecho yo para merecer esto! evoca el cuento corto del escritor estadounidense Truman Capote (1981 [1975]) “Un día de trabajo”.

Doppelgänger como un “sujeto liminal, habitante del espacio narrativo