Mas la alegría por la liberación de alguien preso injustamente no solo tiene carácter intencional, no solo es una respuesta significativa, sino que es también una respuesta al valor. Esto significa una referencia muy especial al sentido y al valor del objeto, un conformarse con él, un plegarse a él, un acompañar y vibrar con la esencia y el valor del acontecimiento, adecuados con él. De manera análoga a como se realiza en el conocimiento y en la convicción una adaequatio intellectus ad rem (adecuación del entendimiento con el objeto), se produce aquí en esta alegría una adaequatio cordis (adecuación del corazón) con el valor de ese acontecimiento.