Al mirar por la ventana en esta hermosa mañana de primavera veo una azalea en plena floración. ¡No, no! No es eso lo que he visto, aunque sí se trate de la única manera en que puedo describirlo. Es una proposición, una frase, un dato; pero lo que percibo no es una proposición, una frase, un dato, sino apenas una imagen que yo hago inteligible en parte a través de la exposición de un hecho. Esa exposición es abstracta, pero lo que yo veo es concreto. Realizo una abducción cada vez que expreso cualquier cosa que haya visto en una frase. La verdad es que el entramado al completo de nuestro conocimiento es un fieltro opaco de hipótesis puras confirmadas y refinadas a través de la inducción. No se puede obtener el menor avance en el campo del conocimiento sin realizar una abducción a cada nuevo paso, o de otro modo nos quedaríamos mirando las cosas con expresión vacía.