Noe Casado

—Como quieras, pero que conste que hace tiempo que apruebo tu relación con ella.

—Lo sé. Y ella te tiene mucho cariño.

—Pero no es mamá.

—No.

—Esta noche has estado perfecta —admitió él rompiendo el silencio.

—¿De verdad? —preguntó emocionada; si bien las palabras habían sido pronunciadas como un comentario casual, a Maddy le alegró que él pensara así.

—Sí.

—Gracias. Para mí es importante.

—Ay, querida, tu marido te oculta muchas cosas.

Eso dolía.

—Pero hay una gran diferencia entre él y yo.

—¡Desde luego! Tú eres alguien de fiar.

—No, él no tiene nada que perder.

Tanto si acepto pagar como si no, te pierdo, Maddy.