«Tengo que hacérselo saber a la Gafsa», pensó. «Tengo que hacerle saber a alguien que tengo miedo, alguien que pueda responder y decir: Naturalmente que tienes miedo, lo entiendo perfectamente. O que me diga: Pero, por favor, ¿de qué puedes tener miedo? Un día de verano tan apacible como éste. Que me diga lo que sea, pero algo.»