En última instancia todo depende de las palabras: palabras, el elixir de la vida. Debe ser por eso que mi descanso se constituye en tener tiempo para estar aquí escribiendo palabras, en encontrarme con palabras pendientes de leer, y la dicha es que, cuando trabajo, estoy jugando a las palabras con los niños, pensando qué más hacer para que otros se enamoren de las palabras