Fernanda Núñez Becerra

Aunque Marina no es correspondida en su amor como antes de que llegara la legítima mujer, accede a acompañar a Cortés a las Hibueras, pero le hace jurar que la casará con Jaramillo interrogándose: “¿y para qué sirve y qué vida es la que puede llevar una mujer sola en el mundo? Es como un pajarito sin nido, no puede ser libre, si siempre he sido esclava de los hombres…”46
Ella le cuenta su triste historia a Jaramillo y cómo desde niña anduvo de mano en mano, regalada como cualquier objeto
…hasta que llegaron los españoles y al poco nos dimos cuenta que aquellos guerreros blancos no eran animales feroces ni semidioses vengadores, sino hombres gallardos, de hermosos ojos que nos miraban con dulzura y nos hablaban un idioma cadencioso como la voz del viento…
…aparecieron en aquella región de esclavitud, hombres blancos enviados por los ángeles del cielo…47

En la biografía de doña Marina,

El indio está subyugado, incluso critica a sus horribles ídolos… Cuando su tío le dice “curiosas cosas tienen los cristianos”, él responde: pero siempre superiores a las nuestras, sus armas son mejores, sus instrumentos musicales más armoniosos, sus caballos son magníficos, su comida y bebida, sus ropas y hasta las cosas que hacen con el oro, y nosotros que lo despreciábamos… ¡y hasta siendo tan pocos pueden establecer el buen gobierno, si para todo son mejores, también lo son en su religión!… Su tío le dice que ha aprendido más en estos días de contacto con los españoles, que en toda su vida, a lo que el muchacho responde: ha sido el amor [a una española] y el dios cristiano…54

Y ni tu edad, ni la fecha de tu muerte, ni dónde reposan tus restos podemos saber. Pobre Malinche sin rostro y sin edad, con razón anda por ahí todavía tu alma penando desesperada en las fuentes de Chapultepec y en la laguna de Texcoco.