Infraestructura no es un término que se use normalmente para describir el apuntalamiento de la vida social, pero ese es un error de gran calado, porque en la amplitud y la profundidad de nuestras asociaciones no influyen solamente las preferencias culturales o la existencia de asociaciones voluntarias, sino también el entorno construido. Si los Estados y las sociedades no identifican la estructura social y su funcionamiento, pasarán por alto una poderosa manera de promover la participación ciudadana y la interacción social, tanto en el seno de las comunidades como entre grupos distintos.